Carta del Director

La reelección de George W. Bush cayó como un balde de agua fría sobre una opinión pública latinoamericana deseosa de un cambio del presidente del imperio. La prensa prestigiada internacional -desde el liberal The New York Times hasta el semanario conservador The Economist- había sembrado la esperanza del relevo. Durante la campaña aparecieron ataques a la administración Bush que parecían emanar de París, México o Sao Paulo. Así, se daba fin a esa especie de desconexión entre las críticas internacionales al militarismo estadounidense posterior al 11 de septiembre, así como a la renuencia interna en Estados Unidos a criticar a su comandante en jefe en épocas de guerra, y sorprendió el grado y la profundidad de las críticas internas. Sin embargo, más sorprendente aún fue la operación y la madurez de la democracia estadounidense. Ese país, fracturado electoralmente y quizá en su ideología entre las costas y el centro, no dudó en reconocer el triunfo del republicano y volver a sus labores al día siguiente, consciente de que cuatro años más no significarán el fin del mundo.

Este primer número de Foreign Affairs en Español de 2005 dedica su primera sección al análisis del significado que tiene para América Latina el nuevo cuatrienio de Bush.

Donna Hrinak apunta cómo esta reelección abre una segunda oportunidad para que Bush cumpla su promesa de revitalizar las relaciones con la región latinoamericana y los intercambios en el hemisferio. En este sentido, José Miguel Insulza señala que América Latina tiene y seguirá teniendo un innegable peso estratégico para Estados Unidos y que, por tanto, la cooperación hemisférica cuenta con un terreno fértil para desarrollarse. Por su parte, Carlos Eduardo Lins da Silva y Roberto Russell analizan los posibles alcances de este nuevo periodo de Bush para los casos específicos de México, Brasil y Argentina. Tanto Lins da Silva como Russell auguran resultados positivos. El primero señala cómo el logro de Lula da Silva de colocar a Brasil como factor de estabilidad en América del Sur ha permitido reducir las diferencias con Estados Unidos en otros temas; por su parte, Russell indica que la continuidad y el pragmatismo del gobierno de Bush plantean un escenario adecuado para las negociaciones con Argentina.

Adam Segal, Robert W. Tucker y David C. Hendrickson analizan dos de los elementos centrales de la hegemonía estadounidense: su prosperidad económica y su legitimidad internacional. Segal advierte que el dominio de Estados Unidos en la economía global está siendo amenazado por la ferocidad de los países asiáticos. Tucker y Hendrickson señalan que la guerra contra Irak y el unilateralismo de la administración actual han echado por la borda su tradición de moderación y actuación por consenso en materia internacional.

Asimismo, presentamos un recorrido por el escenario mundial actual. S. Julio Friedmann y Thomas Homer-Dixon ofrecen una alternativa para superar el atolladero energético a través del confinamiento de carbono; Ceoffrey Garrert examina los efectos negativos de la globalización en los países de ingresos medios, y Kalypso Nicolaídis pone sobre la mesa los debates que ha despertado la reciente convención constitucional de la Unión Europea. En cuanto a América Latina, Nancy Cardia hace un exhaustivo análisis de la arraigada violencia delictiva en Brasil. Asimismo, miramos hacia Oriente, con un texto del conocido analista Francis Fukuyama sobre China, y otro del ex embajador en India, Julio Faesler Carlisle, quien examina el potencial no reconocido de la relación entre India y la región latinoamericana.

Rafael Fernández de Castro