México en el Consejo de Seguridad de la ONU: la historia tras bambalinas

1 abril, 2013 • Reseñas • Vistas: 9642

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México en el Consejo esee Seguridad de la ONU: la historia tras bambalinas, Roberto Dondisch (coord.), México, Debate, 2012, 278 pp., MX$229.00.

Las responsabilidades de México frente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas han sido diversas: desde presidir comités que forman parte de éste, verbigracia el Comité 1540 o el Comité de Sanciones contra Somalia, hasta fungir como presidente del Consejo durante el bienio de 2009 a 2010. Como señala Claude Heller, embajador de México en Japón, el impacto de la participación de nuestro país en dicho órgano ha sido constructivo gracias al conocimiento y la experiencia de la delegación mexicana en la agenda internacional. Siguiendo esta misma línea, Juan Manuel Gómez Robledo, miembro actual de la Comisión de Derecho Internacional de la ONU, destaca que las constantes intervenciones por parte de nuestro país en el Consejo de Seguridad, así como su política multilateral activa, han posicionado a México como un actor que responde tanto a intereses nacionales como a responsabilidades internacionales.

El libro México en el Consejo de Seguridad de la ONU: la historia tras bambalinas, coordinado por Roberto Dondisch, es una compilación de artículos escritos por los funcionarios responsables de los temas de la agenda. Su objetivo es aproximar al lector al trabajo del Consejo de Seguridad, para brindarle una mejor comprensión de las decisiones tomadas en esta instancia. Se incluyen temas de dimensión geográfica limitada con las que México tuvo que tratar en el Consejo, como el programa nuclear iraní, la paz y la seguridad en África y las tensiones entre Colombia y Venezuela. Asimismo, en el libro aborda temas como la protección de la infancia afectada por el conflicto armado, las armas de destrucción masiva, las operaciones de mantenimiento de la paz, los medios de comunicación y la promoción del Estado de derecho en el Consejo. En el proceso de resolución de estos temas, México se destacó por el fomento de la transparencia en las acciones que se realizaron, impulsó el trabajo conjunto del Consejo con las comisiones, promovió el análisis y la investigación de los problemas y se comprometió a respetar el Derecho internacional humanitario y a fortalecer el Estado de derecho. Así, la delegación mexicana inspiró confianza entre los miembros del Consejo y sus propuestas fueron tomadas con seriedad.

Los autores ofrecen como conclusión una serie de lecciones aprendidas que pueden servir como directrices para las futuras participaciones de nuestro país dentro del Consejo: estrechar las relaciones bilaterales con otros países que comparten una visón similar con el nuestro, mantener un diálogo activo sobre la paz y la seguridad entre la Cancillería y el Senado de la República y tener un seguimiento del trabajo del Consejo de Seguridad.

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