La revolución liberal de Emmanuel Macron

4 mayo, 2017 • Artículos, Europa, Portada • Vistas: 6380

¿Cuál es el programa económico del candidato a la presidencia francesa?

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Abas Tanus Mafud

Mayo 2017

El 16 de noviembre de 2016, en un acto en el municipio de Bobigny, Emmanuel Macron anunciaba su candidatura por el partido En Marcha! a la presidencia de Francia. Desde entonces, comenzó una carrera meteórica que se reafirmó con la victoria en las elecciones del 23 de abril de 2017 con el 24.01% de los votos, que lo posicionó como el candidato con mayor oportunidad de ganar la segunda vuelta que se llevará a cabo el domingo 7 de mayo de 2017, en la que enfrentará a la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen. En este contexto de disputa electoral, muchas preguntas se han hecho acerca del programa de este joven candidato, inesperado, carismático, sin mucha participación en la política (a excepción del periodo que ejerció como Ministro de Economía durante la presidencia de François Hollande) y, sobre todo, una excelente novedad para una Europa que sufre los efectos del brexit, el auge del nacionalismo xenófobo y la decadencia de los partidos socialdemócratas.

Durante su campaña, Emmanuel Macron se ha presentado como un candidato progresista, europeísta, cosmopolita y liberal que no se adhiere a la distinción política entre la derecha y la izquierda, ya que considera que esta clásica división es insignificante en el contexto internacional actual. Afirmó a Les Échos en marzo de 2017, por ejemplo, que «los mayores retos a los que se enfrenta este país y Europa (amenazas geopolíticas, terrorismo, economía digital y daños medioambientales), no son los que han estructurado las distinciones de la izquierda y la derecha».

Sin embargo, en este proceso electoral, se le ha cuestionado la falta de un programa económico claro y la ambigüedad de su discurso. Son acusaciones lanzadas antes de las primarias por el candidato conservador François Fillon y la nacionalista Marine Le Pen, y que han sido saldadas con diferentes explicaciones que el antiguo Ministro de Economía e Industria de Hollande expuso en este tiempo. Así, el presente artículo se centrará en describir los principales puntos del mismo, el cual implica una profunda revolución para una Francia necesitada de un cambio en el rumbo económico.

Una revolución cualitativa, ecológica, europeísta y liberal

La gestión a cargo del Ministerio de Economía, Industria y Nuevas Tecnologías de Francia (del 26 de agosto de 2014 al 30 de agosto de 2016) permite inferir algunos de los lineamientos que determinarán su programa económico. Aunque quizás el elemento normativo que supone mayores precisiones es la denominada «ley Macron» o ley de liberalización económica del 1 de julio de 2016. En ella se establecía la necesidad de flexibilizar aquellas trabas que afectan a actividades profesionales y turísticas. Más allá de esto, durante varias entrevistas a medios económicos internacionales, Macron insistió en la necesidad de invertir en un nuevo modelo de crecimiento similar al de los países nórdicos, basado en una mezcla entre disciplina fiscal y de gasto público, que además permita a Francia llegar a la economía del mañana. Es decir, a tener una economía cualitativa, formativa y ecológicamente sostenible. Asimismo, hizo hincapié en la reducción de normas y reglamentos burocráticos que generen una falta de competitividad vis a vis la relación ingreso-tiempo (lo que implicaría a una familia francesa promedio ahorrar un aproximado de 500 euros mensuales).

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La pregunta central que surge del párrafo precedente es cómo pretende lograr todos sus objetivos económicos. Para ello, el banquero y experto en finanzas (socio de Rothschild & Cie) detalló una serie de medidas de corte liberal pero con tintes sociales que tiene como intención incidir en la perspectiva que tienen las empresas, los trabajadores, los estudiantes y los desempleado sobre su persona. Entre ellas, podemos citar 1) una reducción del gasto público en 60 000 millones de euros para 2022, equivalente a una caída del 55% al 52%; 2) una reducción del déficit público por debajo del 3% y de los impuestos corporativos del 33% al 25% (considerando que esto afectará positivamente la tasa de desempleo que se espera vaya en la misma dirección, y termine con una cifra cercana al 7% al final de su mandato y que actualmente es del 10%); 3) una ampliación del derecho universal al subsidio de desempleo (tendrían derecho a esta prestación no solo los asalariados, los empresarios y autónomos) que quedaría sujeto a fuertes controles y formaciones profesionales para aquellos que estén en paro y que se verán obligados a aceptar las ofertas de trabajos correspondientes cuando estas aparezcan; 4) dos programas de inversiones: uno de 5000 millones de euros para el sector agrícola y  de 50 000 millones de euros para la transformación ecológica; y 5) formación de jóvenes desempleados (Francia tiene una de las tasas de desempleo juvenil más alta de Europa, que en 2016 alcanzó el 24.6%). Junto a ello, Macron propuso también eximir del impuesto local sobre la vivienda al 80% de los hogares y mantener la edad de jubilación y las pensiones intactas, simplificando éste último sistema. Además, garantizar la posibilidad de que las empresas y trabajadores puedan negociar en cada situación convenios o acuerdos laborales -en otras palabras, bajar a un nivel más territorial esta situación tal como sucede en los países nórdicos-.

Por otra parte, Macron representa una esperanza real para la Unión Europea y el sector financiero (apenas ganó la primera ronda los precios de los bonos franceses aumentaron) frente a la amenaza del frexit que promueve Marine Le Pen. Así, durante su campaña, Macron se ha presentado como el candidato más en pro de la Unión Europea, pretendiendo que el bloque concrete el proyecto de unión monetaria con un presupuesto de la Eurozona, administrado por el Parlamento Europeo y con un Ministro de Finanzas, considerando que de esta manera se reducirían las tendencias separatistas que amenazan al bloque. En suma y para concluir, la revolución de Emmanuel Macron toca a las puertas de Francia esperando que sus propuestas económicas garanticen un mayor grado de esperanza entre nacionales y europeos.

ABAS TANUD MAFUD es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Nacional de San Juan, Argentina, y asesor en el Ministerio de Economía de la Provincia de Buenos Aires en inteligencia comercial e inserción económica internacional. Es candidato a magíster en Economía y Política Internacionales por la Universidad de San Andrés y profesor en la Universidad Católica de la Plata. Sígalo en Twitter en @atmafud.

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2 Responses to La revolución liberal de Emmanuel Macron

  1. Silvia Lara dice:

    Excelente Abas!! Fuiste un alumno brillante!

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