Juan Bosco Martí
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Se dice que la economía es la única disciplina en la que dos científicos pueden recibir el Premio Nobel por haber llegado a conclusiones diametralmente opuestas. Se puede aplicar lo anterior en el caso de las finanzas.
El libro de Miguel Hakim Simón pone al alcance de todos una herramienta útil para entender, de manera sencilla y divertida, el tema de las finanzas. La mayoría de los libros nos ofrecen exposiciones de la economía financiera o de las finanzas neoclásicas, pero prácticamente dejan fuera todo lo relacionado con las finanzas conductuales. Además, las distintas teorías que componen estas últimas y la neuroeconomía se encuentran dispersas en revistas, tanto del área psicológica como del campo de las neurociencias. En ese sentido, Hakim le otorga el mismo valor a las finanzas neoclásicas como a las finanzas conductuales. Asimismo, hace un recorrido de economistas, matemáticos, físicos, psicólogos y biólogos, que han dejado su influencia intelectual como herencia.
El libro consta de cinco partes. El primer capítulo define de varias formas el término finanzas y describe las operaciones en las que intercambiamos unas formas de dinero, o de activos financieros, por otras. Las personas, el dinero, el tiempo y el riesgo o incertidumbre son los cuatro ingredientes necesarios para el estudio y funcionamiento de las finanzas.
El capítulo dos se refiere a los principales supuestos en relación con el sujeto de las finanzas, esto es, la búsqueda del interés propio, la maximización del valor o de la utilidad esperada y la acutuación de manera racional. En relación con los objetos de las decisiones, distingue entre precios, rendimientos y tasas de rendimientos.
En el tercer capítulo, Hakim pone juntos los supuestos tanto del sujeto como del objeto de las decisiones financieras, para elaborar las principales teorías normativas que nos dicen cómo deberíamos comportarnos.
El cuarto apartado detalla las teorías que buscan describir lo que sucede en la práctica cotidiana de las finanzas. Inicia con las principales anomalías de mercado y con críticas a los supuestos, así como a las paradojas de los modelos normativos. Se refiere a las finanzas conductuales, un tema de gran relevancia que tradicionalmente no se había considerado en los libros, y que incluyen las consideraciones psicológicas del inversionista y de los límites que existen para llevar a cabo las operaciones de arbitraje.
La última parte del libro describe la hipótesis del mercado adaptable que usa los principios de la evolución biológica con el objeto de conciliar, al menos de manera cualitativa, las finanzas conductuales con las neoclásicas. También pasa revista a la nueva actividad interdisciplinaria denominada neuroeconomía, que usa novedosas técnicas de medición del sistema nervioso para entender mejor cómo tomamos las decisiones financieras.
Finanzas: vestidas por unos y alborotadas por otros concluye tratando de discernir hacia dónde va el estudio de las finanzas, mediante un análisis de los diferentes interesados y de las decisiones financieras de los actores económicos, tanto a nivel nacional como internacional. Finalmente, deja claro que el dinero no es un fin en sí mismo, sino un medio de pago. Por lo mismo, si perseguimos el dinero como un fin, podemos caer en cualquiera de los dos extremos. Lo mejor es el justo medio y considerar al dinero como lo que es: un medio de pago.
