Cuba y los distintos escenarios latinoamericanos

3 noviembre, 2014 • Entrevistas, Latinoamérica, Norteamérica, Portada, Regiones • Vistas: 14057

Entrevista a Carlos Alberto Montaner, escritor y periodista cubano.

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Noviembre 2014

Cuba experimenta una serie de cambios y reformas que generan todo tipo de especulaciones sobre el futuro del país, principalmente entre aquellos intelectuales que viven en el exilio. Tal es el caso del escritor y periodista cubano Carlos Alberto Montaner, fundador de la Unión Liberal Cubana, que tenía como objetivo impulsar el cambio democrático en ese país. Además, ha sido profesor en diversas instituciones de Latinoamérica y Estados Unidos, y desde hace 30 años publica en múltiples diarios una columna semanal. Incluso, la revista Poder lo ha calificado como uno de los columnistas más influyentes de la lengua española y se calcula que cuenta con más de seis millones de lectores semanales que tienen acceso a sus artículos en español, inglés y portugués.

Durante una visita a México, en la que participó en el Foro Camino de Servidumbre organizado por la fundación Friedrich Naumann, la Red Liberal de América Latina, Caminos de la Libertad y el Movimiento Libertario de México para celebrar el 70 aniversario de la obra de Friedrich Hayek Montaner se entrevistó con Rina Mussali en el programa Vértice Internacional del Canal del Congreso de México para dialogar sobre el futuro de Cuba y la realidad latinoamericana. Foreign Affairs Latinoamérica agradece al Canal del Congreso por el uso de este texto para su publicación. Sígalo en Twitter en @CarlosAMontaner.

Rina Mussali Galante – En Estados Unidos crecen las voces para levantar el embargo económico impuesto a Cuba. ¿Realmente el gobierno estadounidense pretende ponerle fin el embargo más largo en la historia de la humanidad?        

Carlos Alberto Montaner – Es muy difícil que se levante el embargo. El gobierno estadounidense reiteró el carácter terrorista del gobierno cubano y, simultáneamente, incautaron un cargamento clandestino de armas enviado por Cuba a Corea del Norte, en un barco camuflado en un envío de azúcar, lo que confirmó la declaración de que Cuba era un Estado terrorista, cómplice de países como Corea del Norte. Eso hace muy difícil que el presidente Barack Obama tome las medidas para mejorar las condiciones.

Por otro lado, la presión de los grupos que quieren que se levante el embargo son menores que la presión de los grupos que prefieren que se mantenga el statu quo, especialmente porque los políticos cubano-americanos, los demócratas y los republicanos están de acuerdo en mantener la presión de carácter económico sobre Cuba. Entre ellos hay una figura clave: el Senador demócrata y Presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Robert Menéndez.

RMG Hay un oleaje de nuevos cambios y de reformas en Cuba. Además, existe una élite dispuesta a abrir la economía, pero no a derribar los muros vitalicios y autocráticos del poder. ¿Cómo se conjuga esta aspiración?           

CAM – Esa es la prueba de que el sistema ha fracasado económicamente y, de no haberlo hecho, seguirían con el colectivismo. ¿Qué es lo que quieren hacer realmente? Quieren pasar a un millón y medio de personas -de una población laboral de 5 millones- a un sector privado que construye micro y pequeñas empresas con el objeto de absorber esa mano de obra que el gobierno no puede atender. Actualmente, ese número de personas no tienen trabajo, lo que tienen es un empleo y un salario, porque un trabajo como tal no lo hay.

De alguna forma quieren volver a 1968 cuando el gobierno cubano confiscó y liquidó a sesenta mil microempresas y se convirtió en el gobierno más comunista del mundo, incluso más que la Europa del Este porque terminaron con todos los vestigios de la economía de mercado o de propiedad privada. El gobierno quiere volver a ese punto donde haya un control, un monopolio por parte de una dinastía -en este caso los Castro-. Son militares que buscan tener el control del aparato político y de un sector menos ineficiente en el terreno económico, capaz de mantener más o menos equilibrada la economía.

Esto no llevará a Cuba a ninguna parte porque tiene lo peor de los dos mundos: un socialismo sin subsidios -que es uno de los objetivos del gobierno- y un capitalismo que no crece, porque la determinación del gobierno es que no crezca, que no acumule capitales, que no tengan poder económico para que no reten al poder del Estado. Ahora, solo buscan conservar las 2500 medianas y grandes empresas donde está el corazón del aparato productivo cubano.

RMG ¿Quién está capitalizando el verdadero cambio en Cuba? ¿Solo la élite castrista o hay otros actores locales e internacionales?

CAM – En algunas industrias en las que Cuba necesita de capital y de personas o grupos que tengan el dominio económico y técnico, como el caso del níquel, lo explotan empresas canadienses. Hay otras cosas elementales, pero en las que el socialismo es muy incompetente porque no han podido funcionar bien, como la gerencia de los hoteles: no entregan la propiedad de los hoteles, sino que los construyen y entregan la gerencia a empresas italianas o españolas para que los manejen. Por supuesto, el mayor sector de la economía es el que controlan los militares, como las llamadas «empresas gaviotas» controladas por generales, coroneles y gente del entorno de Raúl Castro.

RMG – Cuba ejerció la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en 2013 y presidió la Cumbre de enero del 2014. ¿Merece Cuba reinsertarse a la comunidad internacional, si se toma en cuenta que sigue gobernada bajo el único partido político legal existente, que reprime a los opositores y a disidentes políticos y que no celebra elecciones libres y competidas?

CAM – En este tema hay un gran cinismo en el mundo entero y especialmente en Latinoamérica, porque casi todos esos organismos tienen una carta o compromisos democráticos que el gobierno cubano no cumple y que son ignorados. Es muy interesante que esto ocurra porque durante todo el siglo XX censuraron a Estados Unidos por sus buenas relaciones con la dictadura dominicana de Rafael Trujillo, con Anastasio Somoza en Nicaragua y con Fulgencio Batista en Cuba.

Esta indiferencia moral ante la dictadura, para un país que decía defender la democracia, era realmente una contradicción. Ahora, esa política que se censuraba es la que se sigue hoy en Hispanoamérica: la indiferencia moral escudada en la historia de la no intervención de los asuntos internos de otros países. Además, le hacen todas las reverencias posibles al gobierno cubano, pero al mismo tiempo le tienen miedo a la capacidad de distorsión política que tiene en cada uno de sus países aliados. El gobierno cubano ha creado un sistema de alianzas a nivel internacional muy grande con sus partidarios y son capaces de subvertir el orden.

RMG Con la impresionante capacidad de cabildeo político que ha logrado la bloguera Yoani Sánchez y a pesar de que no se ha logrado romper del todo con el cerco informativo y el intercambio de ideas con el mundo exterior, ¿cuál es la lectura que usted tiene sobre el trabajo que realiza?  

CAM – Definitivamente tengo una enorme admiración por lo que está haciendo Yoani Sánchez. Por ahora, la estatura que ha alcanzado la pone a salvo de los ataques del gobierno y del no aislamiento del gobierno, pero sí de que la aprehendan y la encarcelen. Sin duda, Yoani es una mujer admirable y hay que hacer todo lo posible por respaldar su figura y la de todos los blogueros o periodistas independientes, porque ahí existe un embrión de cambio político.

Sin embargo, para que exista un verdadero cambio tiene que haber poder y debe trasmitirse la autoridad de un polo a otro con la existencia de oposición. De alguna manera, aunque estas figuras no son propiamente una oposición política, sí constituyen una forma diferente de entender cómo deben ser las relaciones entre el Estado y la sociedad.

Cortesía Canal del Congreso de Mexico

Cortesía Canal del Congreso de Mexico

RMG En Venezuela se escribe una nueva página con la muerte de Hugo Chávez y la llegada de Nicolás Maduro, pero hay una crisis política que preocupa a Latinoamérica, pues continúan las revueltas populares y las negociaciones entre el gobierno y la oposición caen nuevamente en un punto muerto. ¿Nicolás Maduro tendrá el oxígeno político suficiente para continuar con su agenda en Venezuela?          

CAM – Es un hecho que tiene que haber cada vez menos respaldo a las decisiones de Maduro. En las últimas elecciones en San Cristóbal y en San Diego, encarcelaron a los alcaldes y sus esposas se postularon como candidatas. Las esposas de los alcaldes detenidos lograron obtener el 85% de los votos. Esos comicios fueron una especie de plebiscito sobre cómo piensan los venezolanos.

Si Chávez era un tipo muy peculiar, Maduro es todavía peor, pues hasta habla con los pajaritos y ve la cara de Chávez en las paredes. Ese elemento casi de delirio hace que no se le tome demasiado en serio y cuando al poder no se le toma en serio, empieza la burla y la chacota. Esa es la demostración de que no hay ningún tipo de apego político hacia ese señor.

En definitiva, considero que tanto él como el chavismo están muy débiles. Las encuestas revelan que el 80% de los venezolanos no quieren que el país se convierta en una dictadura como la cubana y que están dispuestos a seguir dentro de esa cosa extraña del populismo, pero no quieren establecer una dictadura de carácter comunista. El único apoyo que este señor recibe es por parte del gobierno cubano, pues no tiene ni a su partido ni al ejército detrás. Es un hecho que hay muchas fisuras, por lo que podemos decir que el chavismo está profundamente roto.

RMG El liderazgo mesiánico de Hugo Chávez y su posterior intento con Nicolás Maduro no ha logrado superar el juego multicrisis que se presenta en ese país sudamericano. A la crisis política y económica se le suman la de inseguridad y también la de posicionamiento internacional. ¿Podemos hablar de una crisis general de confianza y falta de credibilidad?            

CAM – La premisa es correcta. Cuando se les pregunta a los venezolanos cuál es el principal problema del país, lo primero que mencionan es la seguridad. Y es lógico porque aquello es un matadero. Solo el año pasado, en una población relativamente pequeña, se registraron más de 25 000 asesinatos, más de los contabilizados en México, aún cuando tiene tres veces la población de Venezuela.

Aunado a la crisis económica, hay un desabastecimiento de petróleo y el precio se mantiene alrededor de los 110 dólares por barril. El hecho que Venezuela no tenga los supermercados abastecidos, que le falte el 30% de los productos básicos que las personas compran en los supermercados -como leche, harina y pollo-, demuestra que hay un nivel de insatisfacción enorme con el sistema. Más allá de los crímenes, el régimen es muy corrupto e incompetente. Sin duda es una combinación horrorosa porque cuando la gente sufre las consecuencias suele protestar.

RMG Por otra parte, surge una crisis general en los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). En realidad, ¿el socialismo bolivariano del siglo XXI no sabe cómo moverse en medio de la globalización y la interdependencia, sobre todo porque ya no cuenta con el liderazgo de Hugo Chávez?

CAM – No cuenta con el liderazgo de Hugo Chávez y, por ende, no cuentan con los petrodólares para seguir comprando voluntades. Sin duda, tiene que haber un recorte en la utilización de los recursos venezolanos para conquistar políticamente a los países. Cuando han demostrado pericia en la cuestión económica, se han alejado de esa concepción colectivista.

Por ejemplo, en Nicaragua se vive una falsa democracia en la que los empresarios están contentos porque ganan mucha plata y la empresa privada, mientras «no se meta en política», no tiene mayores dificultades. Hasta el momento, el gobierno no intenta volver a la etapa del Estado-empresario -no confiscan, no nacionalizan o estatizan-, sino que deja que exista un tejido empresarial privado y así las cosas van mejor. Al no ejercer una presión colectivista, les va un poco mejor a pesar de que, a mi juicio, aún son repugnantes por la falta de libertades políticas y por la idea de que pueden y deben perpetuarse en el poder, como ha sido el caso de Daniel Ortega, o el de Rafael Correa en Ecuador.

RMG – Sin duda, La Habana ejerce una enorme influencia sobre Caracas, pero también Caracas busca el cobijo de La Habana, ¿por qué? 

CAM – Primero, hubo una afinidad ideológica y una dependencia psicológica de Chávez hacia Fidel Castro. Esto se acentuó a partir del golpe de Estado de 2002, cuando Chávez confirmó que la clase militar a la que él perteneció no lo respetaba y que, casi milagrosamente, consiguió restaurar el poder con el apoyo de Cuba. Entre 2002 y 2006 se produjo una especie de simbiosis. Inclusive en Caracas, en diciembre de 2005, el vicepresidente del gobierno cubano dijo públicamente que Cuba tenía dos presidentes: Hugo Chávez y Fidel Castro.

En ese momento, empezaron a jugar con la fantasía de unir a los dos países y crear una especie de federación al constituir una comisión internacional de juristas para unificar los dos sistemas jurídicos. Chávez quería que Venezuela «navegara hacia el mar de la felicidad cubana». Pero todo esto se interrumpió cuando súbitamente Fidel se enfermó y, posteriormente, de la manera más irónica, el que se enfermó y falleció fue Hugo Chávez.

Posteriormente, Raúl Castro hereda un poder en el que las relaciones con Maduro son distintas. Maduro había pasado por la Escuela Superior del Partido Comunista de Cuba donde le dan una formación y le enseñan cuatro consignas marxistas. Entienden que Maduro es un hombre del gobierno cubano, pero no hay esa relación de afinidad, de «almas gemelas» -para decirlo en términos del bolero caribeño-, como la que tenían Fidel y Chávez. Eso ya no existe porque hay cierto desprecio por parte de la estructura del poder cubano. Maduro es un hombre que habla con los pajaritos, algo que no tiene sentido. Como decía un periodista: «lo extraño no es que hable con los pajaritos, sino que hable con los seres humanos».

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Cortesía Canal del Congreso de Mexico

RMG Entre 2003 y 2013, Latinoamérica atravesó por una etapa dorada con crecimientos económicos notables, generación de riqueza, una caída en los índices de pobreza y de indigencia. En esta década, ¿cómo percibe a América Latina? ¿Considera que este crecimiento económico es sólido o algunos países están muy anclados a la demanda china?

CAM – Definitivamente están muy anclados a la demanda de China y de la India. Lo que hacen es subir los precios de las materias primas y de los productos primarios de exportación. En realidad, Latinoamérica no ha dado el paso en investigación y desarrollo para agregarle valor a la producción. Hay bolsones de desarrollo en países como Brasil y México, y algo menor en Argentina, pero no se ha dado la transformación que debió existir en nuestra región.

RMG -_ Entonces, ¿queda pendiente la utilización de esta bonanza para la transformación social?

CAM – No se aprovechó esa bonanza por diversas razones de carácter cultural y de la estructura política de los países. Hay un estudio -no me canso de decirlo porque me pareció brillante del Premio Nobel de Economía, Douglass North- sobre los países desarrollados y los no desarrollados que establece una diferencia muy interesante. El estudio menciona que la característica fundamental de los países desarrollados es que están fundados sobre la base de la meritocracia y de la sujeción al imperio de la ley -que son cuestiones de carácter cultural-, mientras que en nuestros países la prosperidad depende, en gran medida, de la cercanía al poder político y así es muy difícil dar el salto a la modernidad. Realmente, esto es lo que han hecho otros países como Taiwán y Singapur -los famosos tigres asiáticos- o como Israel, que a mi parecer es el mejor ejemplo del siglo XX.

RMG Este 2014 fue un año importante en materia electoral en Latinoamérica. Se celebraron elecciones en Costa Rica, El Salvador, Panamá y Uruguay, pero además, se jugaron tres reelecciones en Bolivia, Brasil y Colombia. ¿Está usted de acuerdo con la reelección?

CAM – No creo en la reelección. Creo que la fórmula mexicana de «sufragio efectivo no reelección» es la mejor de todas, porque impide la creación de caudillos políticos que gravitan luego sobre el país. Uno puede decir que en México, el Partido Revolucionario Institucional no es un ejemplo de desarrollo ni de buen funcionamiento, pero fue mejor haber tenido a 10 presidentes después de 1917, que haber tenido los 35 años de gobierno de Porfirio Díaz. En definitiva, es preferible que sean elegidos una sola vez. A mi juicio, 6 años es un periodo suficiente para desarrollar un plan de gobierno y se acabó.

RMG Latinoamérica y la mayoría de los países del Caribe celebran elecciones libres y competidas. Sin embargo, observamos que hay una sensación de insatisfacción con la democracia. En muchos países hay desánimo y desafección ciudadana. ¿El problema reside en la calidad de nuestras democracias?        

CAM – Hay países en los que la calidad de la democracia es menos temblorosa, como en el caso de Costa Rica, de Uruguay y por supuesto de Chile. Pero en ningún país latinoamericano está asegurada la continuidad del régimen democrático y hay una razón de peso, pues las sociedades están dispuestas a cambiar la administración pero no el sistema, porque saben que el sistema puede funcionar bien. Por ejemplo, lo ven en España donde a nadie se le ocurre proponer una vuelta al colectivismo o hacia la nacionalización y estatización, porque saben que lo que ha fallado es la gerencia.

Un porcentaje de la población en Latinoamérica entiende que el problema no es de gerencia, sino del sistema. Sin embargo, existe un verdadero peligro para la democracia cuando aparece un aventurero carismático, capaz de proponer el cielo y las estrellas, y se hace de un buen número de seguidores. Hasta la fecha, no conozco ningún país de América Latina que esté exento de que eso ocurra.

RMG En su trayectoria como periodista y activista político en Cuba ha escrito muchos libros y novelas, entre ellas La mujer del Coronel. ¿Qué le hace saltar del activismo político a la literatura erótica?

CAM – En primer lugar, es mucho más divertido escribir una novela erótica, aunque nada es más difícil que la prosa erótica porque te mueves siempre entre la cursilería y la vulgaridad. El lenguaje de la gente cuando se quita la ropa es muy difícil y esa es la esencia de la literatura erótica. Realmente espero que lo haya logrado con La mujer del Coronel, al igual que con mi novela «Otra vez adiós».

En el primer caso, se trata de una novela erótica pero con alto contenido político. Es una historia real de un coronel feroz de las tropas especiales y miembro del Partido Comunista, a quien le llevan las pruebas de la infidelidad de su mujer en un sobre amarillo -como los que utiliza el gobierno cubano para inmiscuirse en la vida privada de la gente cuando son personas prominentes-. Los hombres pueden ser infieles y eso les gana cierta simpatía. Sin embargo, las mujeres no pueden serlo y es entonces cuando se le piden al coronel que renuncie al ejército y al partido porque los héroes de la Patria no pueden ser cornudos. La parte erótica de la novela abarca la relación pasajera de la mujer con su amante accidental y de una semana. ¿Qué pasa después? No lo cuento para que la compren.

RINA MUSSALI GALANTE es internacionalista por la Universidad Iberoamericana y cuenta con un posgrado en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México. Actualmente es analista y conductora de Vértice Internacional y 2014: Elecciones en el Mundo, programas únicos en México de asuntos globales que transmite el Canal del Congreso de México. Sígala en Twitter en @RinaMussali.

*Fotografías cortesía del Canal del Congreso de México

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4 Responses to Cuba y los distintos escenarios latinoamericanos

  1. […] (Foreign Affairs Latinoamérica) Cuba experimenta una serie de cambios y reformas que generan todo tipo de especulaciones sobre el futuro del país, principalmente entre aquellos intelectuales que viven en el exilio. Tal es el caso del escritor y periodista cubano Carlos Alberto Montaner, fundador de la Unión Liberal Cubana, que tenía como objetivo impulsar el cambio democrático en ese país. Además, ha sido profesor en diversas instituciones de Latinoamérica y Estados Unidos, y desde hace 30 años publica en múltiples diarios una columna semanal. Incluso, la revista Poder lo ha calificado como uno de los columnistas más influyentes de la lengua española y se calcula que cuenta con más de seis millones de lectores semanales que tienen acceso a sus artículos en español, inglés y portugués. […]

  2. Esperemos que con la finalización del bloqueo, todo cambie y la libertad toque la puerta del pueblo cubano. La mayoría de los cubanos han puesto su esperanza en el asunto. Tengamos fe…

    Madelin A

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